"Para mí es un perjuicio porque ya no puedo bajar al patio ni entrar a esos ambientes por las rajaduras. Tengo niños pequeños que están prohibidos de entrar a ese ambiente”, expresa Jaqueline Chavarría, vecina de la calle Estados Unidos y Pasoskanki en La Paz. Su vivienda, como varias en la ciudad, es afectada por una construcción colindante.
Rajaduras de paredes, desnivelación de pisos, material de construcción que ensucia, herramientas descuidadas que pueden ocasionar accidentes y obstrucción de la luz del sol, entre otras, son quejas y observaciones recurrentes de algunos vecinos con los que conversó este medio en relación a nuevas edificaciones que se erigen, o están en proceso de ello, cerca de sus casas.
Según datos proporcionados por la Cámara Departamental de la Construcción de La Paz, entre 2013 y 2014 los permisos de construcción aprobados en la ciudad se duplicaron. Hace dos años la cifra era de 313 nuevas edificaciones aprobadas mientras que el año pasado los permisos llegaron a 648. Este incremento del 100% se traduce en 818 mil metros cuadrados para nuevas construcciones.
En el caso de Chavarría, reclama que del edificio contiguo caen piedras, rastros de cemento e incluso algunas maderas a su patio. Esto, descontando el problema principal que ella identifica, que es la infraestructura de su casa que ya presenta rajaduras -presume- por el asentamiento de tierra que provoca esa construcción.
Dos casos similares se presentaron a partir de la última semana de abril y cobraron relevancia por su relación con la ciudad. El 22 de abril, el embajador de Francia en Bolivia, Michel Pinard, informó a la opinión pública que el edificio Mario Mercado ubicado en la 17 de Obrajes, que inició operaciones de obra en 2012, ocasionó severas rajaduras a la infraestructura de la embajada que se encuentra justo al lado. La causa se encuentra en el Juzgado 2º de Instrucción en lo Civil.
Una semana después, la centenaria y patrimonial Casa Posnansky presentó daños en su estructura debido a la construcción de la futura sede de los fabriles, esto en Miraflores. La denuncia la realizó la bisnieta del arqueólogo Arthur Posnansky, Jessy. Consultado por la prensa sobre ello, el secretario ejecutivo de la Confederación de Fabriles de Bolivia, Víctor Quispe, desestimó tal situación.
Análoga situación expone un vecino de la zona de Miraflores que prefirió no identificarse para no entrar en mayor conflicto con la constructora que levanta un nuevo edificio justo al lado de su domicilio cercano a la avenida Busch y la calle Haití. Comenta que hubo una excavación de tierra en tiempos de lluvia, hace unos cuatro a cinco meses, a pesar que existe una prohibición manifiesta de la Alcaldía para prohibir esa situación.
"(Esto) ha podido afectar todo el sector de mi patio y parte de mis parqueos. Cada vez que van parchando, se va rajando. Hubo rajaduras considerables en el patio, esperemos que esto no haya afectado la estructura”, explica este vecino.
Víctor Sierra, vecino de la calle 10 de Obrajes cuenta que junto a su casa se inició una construcción hace un año aproximadamente y que los dueños la dejaron a medias. Esto -asegura- no le da un buen aspecto al barrio y pone a su casa en situación insegura ya que dejaron un espacio abierto en la pared de calle.
"Una vez se ha caído una viga desde el piso de arriba hasta mi patio y en otra oportunidad se ha caído una pata de cabra. Si a mis sobrinas, mi madre o a mí nos cae algo, nos mata directamente”, dice Sierra quien agrega que también hay rajaduras en la pared colindante a la construcción y desniveles en su patio a causa de ello.
Estas tres personas apuntan sus críticas a las empresas constructoras o a los dueños de los nuevos edificios pero hacen énfasis en que la Alcaldía de La Paz debería hacer algo para obligar a que se responsabilicen por los perjuicios ocasionados.
La última denuncia pública en relación a este tipo de casos la realizaron vecinos de la calle Gabino Villanueva, en Alto Obrajes, el pasado sábado 2 de mayo sobre una construcción que estaría afectando sus viviendas. En tal ocasión, algunos representantes vecinales pidieron la intervención edil para verificar los papeles del inmueble que está en proceso de edificación.
Como estos, existen varios casos en la ciudad que no son denunciados. Basta con dar un paseo por algunas zonas para evidenciar desniveles y rajaduras incluso en las aceras.
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