En la rotonda de la torre, en la avenida Circunvalación, se puede observar a un grupo de hombres que esperan ser convocados para algún trabajo. Algunos se dedican a trabajar como ayudantes en volquetas para el cargado de materiales y otros como ayudantes en la construcción de infraestructuras como albañiles. Todos ellos coinciden en que trabajo no les falta y más al contrario, falta mano de obra.
Ahí se encuentra Alberto Cari, que asiste a esta rotonda de manera diaria. Según comentó, el número de ofertas de trabajo varía todos los días, pero últimamente notó que disminuyeron un poco. “Hay trabajo todos los días, a veces un viaje en volqueta otros días para alguna obra”.
Wilson Apaza, maestro albañil y contratista, señaló que los trabajos no faltan y que tanto por los privados como para trabajos en obras públicas los servicios de los albañiles son muy solicitados. Dentro de la ciudad de Tarija hay diferentes construcciones nuevas, por lo que tienen la posibilidad de optar dónde trabajar y tomando en cuenta los beneficios de trabajar fuera de la ciudad, Apaza indicó que a veces es difícil encontrar ayudantes u otros maestros albañiles.
“Se ampliaron los trabajos y hay pocos trabajadores – dijo Apaza -. Ya que normalmente las empresas grandes se los llevan al campo”.
Dependiendo de las distancias se ajusta la tarifa del trabajo por día, un maestro albañil percibe por día entre 120 y 180 bolivianos, el medio maestro entre 100 y 120 bolivianos y los ayudantes 80 bolivianos, cuando el trabajo es fuera de la ciudad estos montos aumentan entre 30 y 50 bolivianos, más la alimentación.
Uno de los problemas con los que se encuentran tanto contratistas como los maestros albañiles es la falta de consecuencia por parte de los ayudantes, ya que según indica Apaza, antes los ayudantes no se retiraban hasta concluir el trabajo y en cambio ahora “trabajan un mes o dos y se pierden”.
Waldino Paredes, con 10 años de experiencia en albañilería, indicó que en comparación a 10 años atrás ahora hay más oportunidades de trabajo, “en algunos lugares pagan más, en otros menos pero hay donde ir”.
Según Paredes, donde más se los requiere es en el sector público, les hacen contratos cortos por dos o tres meses dependiendo la obra. En el caso del sector privado, explicó que como trabajan y se les paga por día, tienen la posibilidad de retirarse y retornar según sus necesidades.
Nicanor Choque, con 15 años dentro del rubro de la albañilería, coincide en que hay diversas oportunidades de trabajo y que las solicitudes llegan de igual manera para construcciones privadas como para las del sector público.
El arquitecto Rafael Paz, señaló que los maestros albañiles son los más cotizados por la habilidad y los trabajos que realizan en obra fina y gruesa. En cuanto a los ayudantes, explicó que son contratados por periodos cortos y se presentan normalmente cuando ven que se está iniciando una construcción.
El problema es el costo elevado de los lotes, lo que encarece el costo de construcción. Ya que el metro cuadrado de construcción tiene un costo específico, por eso en Tarija aumenta la tendencia por construir edificios para departamentos y condominios cerrados, por las ventajas económicas respecto al costo de inversión.
Para la construcción de una infraestructura de cuatro pisos para departamentos se necesita alrededor de 15 trabajadores, 10 maestros albañiles y el resto son ayudantes.
Maestros albañiles, la experiencia y aprendizaje
El periodo de aprendizaje y experiencia para obtener la cualidad de maestro albañil ronda entre 10 y 15 años. Según explicaron Paz y Apaza, algunos ayudantes de construcción en su afán de mejorar sus condiciones salariales y laborales se acercan a los maestros albañiles con los que trabajan para que les transmitan los conocimientos adquiridos con los años y poder alcanzar ese rango dentro de la construcción.
Los maestros albañiles manejan la obra fina, el colocado de piso, revestimiento y colocado de tejas con delicadeza y a detalle.
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