La importación de materiales de construcción registró un descenso de 6,5% en el primer trimestre de 2016, con relación a similar periodo de 2015, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El valor importado bajó de 130,3 millones de dólares en 2015 a 125,2 millones de dólares en este año.
El presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Christian Eduardo, explicó que uno de los principales insumos que importa el sector de la construcción es el acero, sea para obras de infraestructura pública, construcción industrial o residencial.
Las importaciones de acero, hierro y sus manufacturas han descendido un 17% en su valor durante la gestión 2015, en comparación con el 2014.
De igual forma, el volumen importado bajó de 863.269 toneladas a 802.980 toneladas en el mismo periodo, así lo revelan los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
"El 2015 fue un año difícil para la industria siderúrgica, dando como resultado un leve decrecimiento de 2% en el consumo de acero por parte de los constructores, de acuerdo con datos obtenidos de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero)”, sostuvo.
Para la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) la disminución en la importación del material de construcción tiene que ver con una menor demanda, porque los fenómenos climáticos derivaron en el almacenamiento de estos insumos. "El año 2015 se registró un nivel de precipitaciones pluviales muy elevadas y en periodos en los que normalmente no se daban, por lo que muchas empresas se quedaron con material en stock, pues las mismas lluvias obligaron a bajar el ritmo en las obras, por lo que no compraron las mismas cantidades y/o volúmenes de materiales”, señaló en respuesta a un cuestionario enviado por Página Siete.
Además, la implementación de nuevos sistemas y materiales han hecho que la importación de materiales tradicionales sea menor.
Desaceleración del sector
El sector de la construcción en el primer trimestre de 2016 tendría un crecimiento menor que el año pasado, principalmente por la caída de los precios del petróleo, añadió Eduardo.
"Las expectativas tanto públicas como privadas apuntan a una desaceleración, debido principalmente a la reducción por los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos”, subrayó.
Agregó que si bien la inversión pública se incrementó este año, en el sector de la construcción disminuyó en relación a la gestión pasada.
Sin embargo, reiteró que esto puede cambiar, dependiendo de las facilidades que brinde el gobierno al sector privado para participar en la inversión.
"La crisis global hace prever una desaceleración de los sectores y las inversiones privadas, salvo que la inversión pública y ejecución de megaproyectos puedan paliar este efecto, lo que podría ser acompañado de una mayor inversión privada si el Estado genera mejores condiciones para incluir a los privados en estos proyectos ”, remarcó.
Cadecocruz observó que la temporada de lluvias ha hecho que la actividad de la construcción disminuya estacionalmente, pero se espera que se reactive a mediados de año.
"Cada año, entre los meses de noviembre y abril, la actividad se reduce debido a las lluvias y otras condiciones climáticas. En junio la construcción se reactiva y retoma dinamismo”, aclaró.
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