El Cristo de la Concordia es uno de los sitios turísticos más atractivos y representativos de Cochabamba. Esta gigantesca imagen, de brazos extendidos, con sus 34,20 metros de altura representa la protección de Dios sobre la Llajta y la hospitalidad de sus habitantes; por lo tanto, casi es una parada obligatoria cuando se quiere mostrar la ciudad a familiares o amigos.
A esa altura, la cima del Cristo se convierte en un gran mirador, desde donde se contempla una ciudad desnuda y sin secretos, que devela el verdor de sus paisajes, las calles estrechas muy transitadas, las nuevas edificaciones y muchos otros secretos.
En ese momento, uno puede percatarse del cambio que está atravesando Cochabamba, cuando hace un década se podía contabilizar el número de edificios que existía e incluso se podía identificarlos a distancia. Ahora, llevar la cuenta es casi imposible, debido al incremento de las construcciones verticales.
Desde el 2010 hasta el 2016 se han construido en Cochabamba 4.964.797 metros cuadrados, de acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El boom de la construcción se dio los años 2010 y 2011, cuando la Alcaldía de Cochabamba aprobó la edificación de 1.779.602 metros cuadrados, equivalente al 35,8 por ciento del área de los últimos seis años.
La cantidad de aprobaciones disminuyó drásticamente los años 2014 y 2015, al punto de llegar a 989.884 metros cua- drados; pero, nuevamente este rubro está volviendo a reactivarse, motivo por el cual las edificaciones verticales comenzaron a ser más visibles por toda la ciudad.
Según el gerente general de la Cámara de la Construcción de Cochabamba, Marcelo Vargas, la demanda de las viviendas no disminuye debido a que muchas familias están buscando hacerse de un techo propio y es que “las familias crecen y otras se forman”, dijo.
El AUGE DE LA CONSTRUCCIÓN
Ante la necesidad, la oferta y la posibilidad de un crédito bancario, las empresas constructoras vieron una gran oportunidad y comenzaron la etapa de la edificación, a gran y mayor escala; es por eso que en muchos casos las casas y departamentos ya tienen dueños antes de ser concluidos, lo que actualmente se conoce con el concepto de preventa.
Un informe estadístico de la División de Urbanismo de la Subalcaldía Adela Zamudio revela que existen entre 2.500 y 3.000 edificios construidos en los distritos 10, 11 y 12 de la ciudad.
Wilfredo Camacho, jefe de la División de Urbanismo, afirma que hasta el 2010 la mayor cantidad de construcciones se realizaba en los distritos 10 y 11, -que abarca prácticamente todo el centro de la ciudad-; pero que, a partir de 2011 los permisos de construcción cambiaron y se enfocaron en el distrito 12, que comprende las zonas de Cala Cala, Queru Queru y Tupuraya.
Camacho asegura que solo el 2016 la Subalcaldía aprobó 170 nuevas edificaciones, de ellas 88 se elevarán a más de cuatro plantas, mientras 82 obras solo tendrán tres pisos.
Entre las empresas constructoras más reconocidas y con mayor movimiento en el rubro de la construcción están: Construcciones Arnez, Studio- Arquitectura-Constructora Cabezas, Constructora Araucaria, Grájeda, a quienes se acudió para conocer el tipo de trabajo, la calidad y tecnología que tienen sus edificaciones.
ARNEZ CONSTRUCCIONES
Posiblemente se trate de una de las primeras empresas en el rubro de la construcción en Cochabamba, impulsada por Wilfredo Arnez Montaño, quien retornó en 1975 de Buenos Aires - Argentina, con una amplia experiencia y el deseo de aportar al desarrollo de la ciudad.
Desde aquel entonces, se hizo cargo de obras estrella o íconos de la ciudad como los edificios: Haas, Colón, Séptima División, Banco Nacional de Bolivia, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solo por nombrar algunas.
“Desde un principio, la empresa supo establecer su excelencia en la calidad de material de trabajo y el diseño de sus edificios, motivo por el cual logró hacerse ganador de varios premios a la construcción, como el “Gondeck - Premio Municipal a la Construcción” que es entregado por la Alcaldía”, dice el Ing. Henry Arnez, uno de los hijos de Wilfredo y socio de la constructora.
Con el paso del tiempo y la necesidad de viviendas, la constructora comienza a realizar proyectos de edificios verticales, que superaban los 10 pisos. “Los departamentos eran muy buscados, recién se estaba generando una nueva forma de vida, donde el cochabambino quería contar con vivienda propia, seguridad y, además, tener algunas ventajas que le otorgaban las áreas comunes, como club house, el parrillero y otros.
Luego de 40 años de experiencia en el rubro, la constructora fue expandiendo sus áreas de acción y ya realiza trabajos en otros departamentos, como Santa Cruz.
Durante la gestión 2016, Arnez Construcciones comenzó seis proyectos regionales, de los cuales falta concluir dos. El promedio en la altura de cada edificio es 11 pisos y 60 viviendas, es decir de 3 a 4 departamentos por nivel. En algunos casos son edificaciones más amplias, llegando a proyectar dos o tres torres de viviendas.
“Actualmente estamos ofertando garzoniers y departamentos, cuyos precios oscilan entre 55 mil dólares hasta 110 mil dólares, dependiendo la superficie de la construcción” asegura Arnez, asimismo afirma que el mercado cochabambino está volviendo a invertir en departamentos.
STUDIO-ARQUITECTURA-CONSTRUCTORA CABEZAS
Esta es otra de las empresas de más experiencia en el rubro de la construcción. Su actividades se iniciaron hace 30 años cuando Constantino Cabezas Ortiz retornó de Argentina, luego de haber trabajado como constructor civil. Decidió comenzar a construir en su tierra natal; poco a poco empezó a destacar por la calidad de su trabajo.
Los años fueron pasando y sus hijos, Higuer y David Cabezas, fueron apoyando a su padre hasta obtener sus títulos académicos como arquitectos. A partir de este momento y ya con un nombre posesionado, comienzan a trabajar en tres rubros: construcciones civiles independientes, departamentos de vivienda y, recientemente, la creación de una planta hormigonera.
“Nos hemos fortalecido en nuestro rubro, nuestra carta de presentación es la garantía que ofrecemos en el cálculo estructural, la calidad del acabado y las innovaciones que ofrecemos en el buen vivir”, asegura Higuer Cabezas.
A la fecha, la constructora realiza trabajos para particulares que contemplan casas o edificios de menor escala; es decir de tres o cuatros pisos. Además construye viviendas para clientes independientes.
Por otro lado, la constructora tiene la meta de culminar un edificio por año, que cumplan las normas municipales y no sobrepasen los 8 o 14 pisos, dependiendo la ubicación.
Anualmente la constructora lanza al mercado alrededor de 60 departamentos propios, los cuales tienen precios y extensiones diferenciadas.
“Los precios de los departamentos son diversos y no están marcados por los servicios, sino por montos fijados para la venta que se manejan en el mercado de la construcción”, señala David Cabezas.
Los departamentos tienen un mercado de interesados, incluso antes de que se inicie el proyecto ya tiene vendido la mitad de sus departamentos y los restantes cuando la ejecución física alcanza el 50 por ciento.
Higuer Cabezas señala que el rubro constructor podría tener un mejor panorama en Cochabamba; no obstante, las restricciones en las normas municipales de construcción impiden, en ciertos sectores de la ciudad, la edificación de proyectos más altos, en el espacio donde ahora solo se puede construir hasta ocho pisos.
“Se tienen que revisar las normas de construcción, la ciudad está perdiendo inversionistas porque prefieren ir a departamentos vecinos y trabajar allí, precisamente porque esos municipios les brindan mayores ventajas y oportunidades”, sostiene.
Constructora araucaria
A pesar de que la Constructora Araucaria tiene recién seis años de vida, la amplia experiencia profesional de los socios se encargó de ofrecer al mercado una serie de departamentos proyectados y diseñados con altos estándares de arquitectura, brindando una nueva forma y manera de llevar la vida moderna.
Entre los socios figura el arquitecto Raúl Mac Lean, encargado de aportar al diseño para la proyección urbanística de una ciudad ideal.
En seis años de actividad, dicha empresa ya entregó cuatro proyectos y actualmente tienen dos en ejecución.
De acuerdo a Erick Torrico, gerente de la empresa, la constructora diseña cada edificio con un promedio de 28 departamentos amplios de 190 y 200 metros cuadrados de superficie construida; más grandes de los convencionales, pero con muchas ventajas, tanto en materiales de construcción como el adecuamiento tecnológico en las habitaciones.
Para este profesional de la construcción, este es el momento de que se intensifique la temática de la urbanización vertical, “es decir que Cochabamba empiece a generar las condiciones para crecer en edificios de altura, con un acompañamiento en el tema de infraestructura. Solo de esta manera se evitará que la ciudad se siga extendiendo hacia las afueras y termine con las áreas verdes de la ciudad”.
Para estos nuevos gestores de edificaciones es importante impulsar a esta tipo de vida moderna, así se puede preservar y seguir teniendo una relación directa con la naturaleza.
Sin duda, la construcción vertical se va consolidando en Cochabamba y se torna en una alternativa para ganar espacio en la ciudad y mantener los espacios verdes que poco a poco están desapareciendo.
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