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03 febrero 2018

Regular las nuevas construcciones

En el mundo, cada año se rastrean alrededor de unos 200 mil sismos, contrariamente existen otros movimientos que no son contabilizados y tampoco están en un monitoreo constante, lo que provoca cierta incertidumbre entre los habitantes de la tierra.

Hasta hace años eran un problema de las construcciones de un piso y dos, sin embargo de la época de la industrialización y cuando se iniciaron la construcciones de edificios de gran envergadura, buscando concentrar la actividad políticas financieras y otras en las ciudades, han pasado a ser preocupación de los habitantes y que al igual de la ciudad de La Paz y ahora Santa Cruz, las construcciones de pisos deberían tomar otro curso, como contar en sus edificaciones estructuras anti-sísmicas para reducir las víctimas fatales en caso de algún movimiento natural, sin ser alarmista.

Lastimosamente, los terremotos u otros fenómenos naturales no se pueden evitar ni predecir, lo único que pueden hacer los constructores y en general los seres humano, es construir edificaciones de edificios resistentes a los sismos, ya que los expertos anuncian que estos serán más frecuentes cada año que viene en el futuro.

REGULACIONES

Ahora la “sismo-resistencia” comprende regulaciones que obligan a las empresas constructoras a levantar edificios que cumplan con los estándares máximos de seguridad, e incluso a adecuar y reacondicionar las construcciones ya existentes anteriormente.

“Las estructuras antisísmicas soporta movimientos telúricos con mucha mayor superioridad de resistencia que una edificación convencional que está hecha solamente para resistir su propio peso derivado de la gravedad, haciendo que al registrarse un movimiento las diferentes plantas del edificio o las paredes se caigan”.

ARQUITECTOS E INGENIEROS

Para la construcción a prueba de terremotos, los ingenieros y arquitectos de diferentes países y Bolivia no debería ser la excepción, deberían tener una serie de exigencias para construir casa y edificios que estén protegidos de los sismos, o por lo menos reducir los efectos de la destrucción. Efectivamente la infraestructura puede sufrir daños, pero no colapsará ante los movimientos sísmicos

“De hecho, la ingeniería sísmica no busca evitar la percepción de los sismos ni mantener rígida la edificación, pues por el contrario, si la estructura buscara mantenerse inmóvil e inflexible ante los movimientos bruscos de la base, entonces es más factible que termine colapsando. Por ello el objetivo es que se adecúe al movimiento para evitar su quebrantamiento y resguardando la seguridad de los habitantes, y el desplome total o parcial”, según arquigrafic.

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