La urbe paceña va en dirección de convertirse en una ciudad “edificitis, debido a que es la única manera de crecer habitacionalmente a futuro, sumado a los pocos espacios que quedan para construir como casas particulares. En consecuencia, su tendencia de expansión y casi inevitable será hacia el sur. Durante los últimos 50 años la ciudad ha tomado otro rumbo en el tipo de vivienda. En sus inicios la propiedad horizontal era una novedad por los años ´70, lo que ahora en realidad es normal vivir en edificios, pese a los múltiples encajonamientos de sus ambientes y frente a las pocas opciones de terrenos para adquirir y hacer casas en la urbe paceña. Un otro sector de la población, contrariamente construye lejos de la ciudad o del centro, buscando salir del “atomizante” movimiento de oficinas del centro de la ciudad.
Efectivamente las propiedades horizontales en la ciudad de La Paz han crecido ostensiblemente ante las necesidades y exigencia de los habitantes de la región y del interior del país. También está provocando que los alquileres y anticréticos sean prohibitivos, especialmente en ciertos barrios que cuenta con todos los servicios y abastecimiento de los requerimientos diarios, además de estar conectados al centro de la ciudad y la accesibilidad del transporte.
Pues la gente que vive y no tiene vivienda, opta por contratos de alquiler y anticrético, con preferencia con ambientes cerca de su trabajo para evitar gastos de pasajes del autotransporte público.
Los arquitectos, estiman que seguirán construyéndose más edificios y que cada vez los espacios de más de 500 metros son menos para tal propósito, pero ahora se concentran en la zona sur de La Paz, porque el clima valle les favorece y es muy bondadoso para la salud de los habitantes.
RENOVAR ALCANTARILLADO
Adelantan que a futuro se tienen que construir alcantarillados con tubos gigantes para evitar colapsos de los desagües de aguas hervidas como de las persistentes lluvias en la región, pero que es urgente reciclarlo.
La observación de los profesionales es porque y algunas zonas son vulnerables al colapso de tubos de alcantarillado, especialmente en los antiguos barrios y calles de la ciudad Maravillosa.
Los edificios llegaron a la ciudad de La Paz sin ningún tipo de planificación de servicios, pues el 90% del alcantarillado data de más de 70 años atrás y no fueron renovados y tampoco modificados para recibir las aguas hervidas de los edificios y donde habitan decenas de familias que no se percatan del tema.
Los constructores, empresarios, inversores que hacen de La Paz una ciudad “edificitis”, tampoco planifican en sus construcciones el desagüé de las aguas hervidas, pues terminan conectando a los tubos antiguos sin medir su capacidad de volumen, resistencia, humedad y otros que son necesarios para evitar problemas a futuro. Al margen de otros y del crecimiento en los próximo 50 años y que las autoridades deberán enfrentar, no solamente la implementación de servicios sino también otros inconvenientes de su contexto.
EDIFICIOS-BARRIOS
Así como crece la construcción de edificios, las familias se acostumbran a vivir en la cadena de “edificitis” sigue y seguirá pendiente en la Ciudad Maravillosa, el problema de seguridad, pues el crimen y la violencia son uno de los temas que preocupa a los paceños. Los problemas se trasladaron a los edificios por el hacinamiento de las familias.
Sin embargo, algunos Edificios-Barrios (Condominios y algunos edificios, por el número de residentes ya son barrios enteros) y estos barrios han logrado revertir la tendencia por ejemplo de robos, aplicando técnicas policiales comunitarias, o quizás las cámaras de vigilancia, pero que las estadísticas sobre delitos para detectar zonas de alto riesgo y personas más propensas a delinquir no baja por el contrario sube y habrá que mejorar también la instalación de iluminarias en las zonas rojas.
AGUA Y SANEAMIENTO
La ciudad de La Paz avanzó mucho en materia de acceso a agua y saneamiento, pero aún quedan significativas brechas entre barrios más céntricos y periféricos, pero el gran reto es de cara al cambio climático, pues es el tratamiento de las aguas residuales, que aún sigue en proyecto y ni siquiera empezamos.w
TRANSPORTE
Es inaplazable migrar del actual modelo de ciudades para vehículos a ciudades para ciudadanos, donde los habitantes sean el centro de la planificación del movimiento urbano.
Nuestro transporte público necesita ser más eficiente, tanto del punto de vista de calidad del servicio, aunque tanto el Puma Katari y el Teleférico de lejos mejoraron el servicio ante el autotransporte sindicalizado que sigue en el pasado.
Ya habrá que pensar en una flota vehicular privada con tecnología moderna que evite la contaminación del aire (principalmente con autos usados que ya no deberían circular por ser muy antiguos), lo cual a su vez, impacta la congestión y la generación de gases tóxicos. Si continúa creciendo el parque vehicular, terminarán plantados los vehículos, ya que La Paz tiene pocas vías de norte a sur, ni pensar o abrir calles o autopistas, quizás río abajo. Además, iría en detrimento del espacio público y del cambio climático. Hay que incorporar más bicicletas en el modelo de movilidad, para rescatar el rol del paceño en la ciudad.
RESILIENCIA
Los expertos deberían comenzar a tomar en cuenta el impacto climático de sus obras de infraestructura urbana. Tanto del punto de vista de mitigación, ya que serán las grandes generadoras de gases de efecto invernadero de las próximas cinco décadas; así como del punto de vista de adaptación, para tener resiliencia frente a impactos del cambio climático. El desafío está en asegurar que las obras que se están preparando en la actualidad puedan contribuir a la lucha contra el cambio climático que provocara más desastres a futuro, más complicaciones para los habitantes de las regiones.
URBES INTELIGENTES
Es necesario que nuestras ciudades se transformen en urbes inteligentes, con una visión de futuro, aprovechando su creatividad, su espíritu emprendedor y combinando los esfuerzos del sector público y del sector privado para darle una mejor calidad de vida a la gente, reducir la exclusión, y por sobre todo mejorar las capacidades de estas ciudades en proveer empleos dignos a sus ciudadanos y que estos no vivan de dádivas y privilegios de la mala práctica de políticos.
Desde mediados del siglo XX se inició una transición de la población de las zonas rurales hacia las ciudades. Este movimiento se aceleró a inicios del presente siglo, consolidando a las ciudades como el nuevo espacio común y esa dinámica continuará a futuro en las ciudades de Bolivia en una más que otras y con más asentamientos.
Las futuras generaciones, según los expertos “Cambiarán la forma de trabajar y entregar los productos de su trabajo, que serán repartidos globalmente y sin restricciones geográficas. Todo será mediante la Internet, lo cual cambiará la concepción actual de movilidad urbana. Estos nuevos trabajadores buscarán lugares donde obtengan más bienestar y se identifiquen con las personas vecinas.
La economía de las ciudades será la más importante. Al romperse las necesidades de cercanía geográfica, las economías de las grandes ciudades se transformarán en ecosistemas que buscarán satisfacer sus necesidades localmente. La escala de las ciudades del futuro generará beneficios competitivos y reducirá los costos de producción. La digitalización les dará más poder, pues les permitirá resolver mejor sus problemas y retos”.
Nos encontramos frente a una ciudad de La Paz que incrementa la segregación social y con un desarrollo desmedido de infraestructuras que consumen suelos y territorios, materiales y energía y apoya una práctica inmobiliaria que estimula la sustitución de las edificaciones frente a su rehabilitación y conservación, incrementando el despilfarro de recursos y la producción de residuos,
Por esta razón que “Es necesario replantear la planificación urbana y realizar propuestas encaminadas a generar cambios en la manera en cómo se aborda el tema de las ciudades, encaminadas hacia el desarrollo sustentable; Ya que ellas tienen la clave a las soluciones de muchos problemas mundiales: permiten el florecimiento del mercado local y de los negocios internacionales, fomentan la experimentación científica y el desarrollo tecnológico, brindan sistemas de transporte eficiente y erigen más espacios habitados”, según Steele. (m2)
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